Nunca se nos pasa por la cabeza que podremos ser victimas de un incendio, pero es una posibilidad real, que puede suceder en cualquier momento, por eso es importante que sepamos como debemos actuar, para salir ilesos de esta circunstancia. Según las estadísticas, se estima que en Europa mueren alrededor de 5.000 personas al año debido a incendios. En el caso de España se han producido más de 15.000 incendios en viviendas durante el año 2018 y casi 20.000 en 2019. Según los estudios de la APTB, en España se producen una media anual de 6500 personas heridas graves por quemaduras y 95 fallecimientos a causa de incendios en vivienda.
No entrar en pánico, y actuar con serenidad será nuestra mejor compañía, y a partir de aquí, actuar con rapidez, con una prioridad por encima de cualquier sentimentalismo material, salir si es posible y, en su caso sacar a las personas que estén contigo. No vuelvas nunca atrás para recoger tus pertenencias. Lo primordial es salvar tu vida y la de los demás, no tus cosas.
La primera acción, por encima de cualquier otra, es llamar de inmediato al UNO – UNO – DOS (112), de esta forma los servicios de emergencia se activarán con rapidez, cada minuto de tiempo que se gane en su intervención, puede ser decisivo para un final feliz. No asumas que alguien ya ha llamado.
Intenta alertar al mayor numero posible de personas, para que tomen las precauciones necesarias y procuren salir del edificio.
Si el incendio es en una vivienda de alguna planta del edificio que esté encima de la tuya, podrás salir al exterior bajando las escaleras, ya que como el humo tiende a subir, casi con toda probabilidad estarán despejadas. Pero recuerda: siempre con mucha precaución.
Deben evitarse las escaleras inundadas de humo, y el uso de los ascensores ya que te podrías quedar atrapado debido a un fallo eléctrico originado por el fuego. La principal causa de fallecimiento siempre es la intoxicación por inhalación de gases tóxicos. De los 96 fallecidos en 2018 se sabe que el 70,8 % y un 68% en 2019 (85 de 125) fue por intoxicación.
“… Según las estadísticas, se estima que en Europa mueren alrededor de 5.000 personas al año debido a incendios. En el caso de España se han producido más de 15000 incendios en viviendas durante el año 2018 y casi 20000 en 2019 …”
Antes de aventurarte a salir de tu vivienda o de una habitación, debes comprobar si hay humo debajo de la puerta, ya que, si se da esta circunstancia, no podrás salir por ella porque es tóxico y es seguro que le seguirá el fuego. Por el contrario, si no ves humo, coloca la parte posterior de tu mano sobre la puerta para cerciorarte de que no esté caliente. Si la sientes fría, ábrela lentamente y pasa por ella. Si la puerta está abierta pero el fuego te impide salir de la habitación, ciérrala para protegerte de él. Si el incendio de tu casa impide el acceso a la puerta de salida, dirigente a la estancia más alejada del fuego para refugiarte, cerrando todas las puertas que encuentres a tu paso. Tendrás que mantenerte en la habitación y pedir ayuda por la ventana. Puedes sacar una sábana o algún otro material, de preferencia de color blanco, y colgarlo por la ventana para indicar que necesitas ayuda cuando los servicios de emergencia lleguen. No te olvides de cerrar la ventana, dejarla abierta ventilará el incendio, dotándole de mayor potencia.
Si puedes salir de tu casa, no olvides según vas avanzando ir cerrando todas las puertas que vas dejando detrás de ti, así el incendio tendrá menor virulencia y se desarrollará más lentamente al no haber aporte de aire.
Si el humo invade las instancias, debes agacharte al suelo, y gatear, inhalar este humo que será toxico, puede desorientarte e incluso puedes perder la consciencia por intoxicación, por lo que es importante recordar taparse la nariz y boca. Si no puedes escapar y estás esperando ayuda, no entres en pánico, cierra la puerta y cubre todas las ranuras y orificios a su alrededor con tela o cinta adhesiva para mantener el humo fuera el mayor tiempo posible.
Aunque las llamas estén cerca, una simple puerta de madera aguantará varios minutos y no dejará entrar el fuego durante el tiempo suficiente para que llegue la ayuda. Insistimos cierra todas las puertas a tu paso.
Si tu ropa comienza a incendiarse, detén lo que estés haciendo de inmediato, estírate en el suelo y rueda de un lado a otro hasta que hayas apagado el fuego. Cubre tu rostro con tus manos mientras lo haces para protegerte.
Lo mejor es no tener que hacer nada de lo que te hemos contado, y para ello, lo recomendable es que comprobéis el estado de prevención que existe en tu edificio y en tu propia vivienda, pues una detección temprana, y contar con medios para una extinción temprana, pueden ser decisivos.
Contar con alarmas y detectores de humo puede ser una solución tanto colectiva en el edificio, como individual en cada vivienda, que ayudaran a poner sobre aviso a todos sus habitantes, y ayudaran a una evacuación oportuna, sobre todo en los casos en que un incendio se manifiesta de noche.
Contar con extintores de mano, es una opción con la que todo edificio debería contar, ya que pueden ser efectivos en pequeños incendios detectados en su origen.
En los edificios que cuentan con puertas resistentes al fuego en sus descansillos, estas deben permanecer cerradas de forma permanente, es una medida de seguridad que puede evitar la expansión del fuego, pues se compartimentan las estancias. Tenerlas abiertas o ancladas para que entre la luz, puede costarte la vida.
Deseamos que este post te haya sido de utilidad, y que no tengas nunca que verte envuelto en un incendio.
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